LOS ROSTROS DE MARÍA SANTÍSIMA DE NUEVA ESPERANZA
Breve reseña Histórica
Peñarrubia siglo XVIII???- 1972
Desconocemos con certeza si durante la estancia en la localidad de Peñarrubia la imagen titular de María Santísima de los Dolores sufrió un proceso de restauración. En mi opinión personal, diría que no, pues no eran excesivamente los daños que presentaba la imagen cuando llego a nosotros en 1977. Lo que si quiero profundizar de esta etapa de la historia es desterrar esa vieja hipótesis siempre tan comentada en anteriores publicaciones de nuestro boletín. De sobra es conocido por todos nosotros la teoría de ejecución de la imagen, siempre presentada a través de las opiniones personales del profesor Agustín Clavijo García (q.e.p.d) abalada por una visualización de la misma y corroborada por Ana Maria Azuaya adscribiendo a un autor anónimo entre finales del siglo XVIII o principios del XIX.
Conociendo personalmente y presenciando la última restauración ejecutada, no es descabellado y así podemos afirmar que la imagen es evidentemente de una escuela granadina pero adscrita al circulo de post-guerra, ejecutada por no sabemos bien qué autor. Me baso para corroborar dichas afirmaciones, en la estructura interna del tórax de la imagen, que denota la precariedad de medios así como el uso de materiales fáciles de conseguir. Ello no conlleva restar protagonismo a la imagen, simplemente es saber y dejar al menos propuesta una nueva esa teoría supuesto que no existe base documenta que apoye la ejecución allá en el siglo XVIII y si existe pruebas más que evidente que la imagen fuese ejecutada exproceso en el siglo XX.
La Llegada 1977
Eran muchos los deseos que teníamos de poseer una imagen titular, así pues a través de Agustín Clavijo, se inician los contactos para solicitar una imagen procedente del pueblo de Peñarrubia. Será el 25 de octubre cuando definitivamente llegue la talla, permaneciendo en principio en el taller que Paco Cobos (q.e.p.d) en la calle Ministerio de la Vivienda. La imagen presentaba un buen aspecto general, si exceptuamos algunas faltas y evidentemente un daño mas considerado en las manos, debido esto principalmente al uso de elementos metálicos (rosarios) que con el roce hacen que la policromía y parte de los estucos sufran un desgaste. Así pues en el taller se procede a “retocar” aquellos elementos un tanto deteriorados de manera que la imagen pudiera ser de nuevo bendecida el día 1 de noviembre.
Las nuevas Manos 1979
Será en el año 1978 cuando recorra por primera vez las calles del barrio de Nueva Málaga, presentando las manos entrelazadas tal y como era procesionada en la localidad de Peñarrubia. Pero será en el transcurso del año 1979, cuando la Junta de Gobierno, decida que sería más conveniente que María Santísima presentara una nueva actitud frente al fiel que la contemplase, es por ello que se decide encargar un nuevo juegos de manos en actitud dialogante (abiertas) más acorde con la nueva advocación “Nueva Esperanza” a las que presentaba anteriormente más propias de una contemplación o “dolor”, como era su anterior denominación... Así pues se inician los contactos con el imaginero malagueño Pedro Pérez Hidalgo (q.e.p.d) para acometer la hechura del nuevo juego de manos, con el fin de que la imagen finalmente presentara el nuevo aspecto tan deseado. Pérez Hidalgo emprende la obra siendo entregada las mismas las el 12 de octubre de 1979.
La Restauración/Transformación 1985
Nos encontramos allá en el año 1985, tras la finalización de la Semana Santa, la Junta de Gobierno ve conveniente la “restauración” de María Santísima de Nueva Esperanza, pues al parecer y para el gusto general, presentaba una policromía alejada a la idea que la Hermandad tenía. Para ello se entabla conversaciones con Pedro Pérez Hidalgo, mediatizado principalmente por dos motivos, primero por ser el artífice de las nuevas manos de 1979 y también por haber sido el ejecutor de la talla de Jesús Nazareno del Perdón finalizada en 1981.
Así pues la efigie marcha al taller ubicado en Carrera de Capuchinos, con el fin de que la imagen fuese “restaurada integralmente”. En esta intervención se altera en parte la primitiva fisonomía, se interviene de gubia: nariz, mentón, parte del labio superior, y los ojos, junto con la papada, afinando de esta forma los rasgos primitivos (quizás excesivamente toscos). Del mismo modo se rebaja el volumen torácico. Para las partes de la cara, se tuvo que proceder a la retirada de la mascarilla.
El proceso de restauración /transformación realizado por Pérez Hidalgo concluye con un estucado en aquellas partes intervenidas, “respetando” en todo momento estucos y policromías originales en las partes no intervenidas. Con ello se pudo al menos respetar parte de ese trabajo anónimo realizado por el artífice original de la obra. Definitivamente la imagen es entregada a la Cofradía en 1985, siendo de total agrado de los miembros de la Junta de Gobierno satisfechos por la nueva fisonomía que Maria Santísima de Nueva Esperanza presentó.
La restauración de 2004
No cabe duda que toda imagen va evolucionando en ocasiones esa evolución conlleva que se vaya estropeando más si cabe si tenemos en cuenta la principal función de una imagen de candelero, como es la titular de una fraternidad penitencia. En esa disyuntiva, vamos observando como poco a poco la imagen de nuestra Sagrada Titular va presentando en un primer momento cierta entonaciones anaranjadas que van restando belleza, pero quizás el agravante principal que hace que se afronte la restauración de 2004, sea una grieta longitudinal que aparece desde el mentón y va prolongándose hasta parte del labio inferior que hace poner en serio peligro la imagen si no se acomete con prontitud una solución que de garantías de éxito. Dicha intervención se va postergando hasta que definitivamente la empresa Muebles “Bandera Vivar” nos otorga sus fondos patrimoniales para la conservación del patrimonio acometiendo con ello la restauración de la imagen.
Así pues se inician los contactos con Ana Maria Azuaga, que realiza una serie de catas para determinar el problema que presenta la imagen. En esta visualización detecta a través de los estudios las existencias de dos policromías, la primogénita que bajo su decisión es más rica y la aplicada por Pérez Hidalgo en 1985. Así mismo se detecta niveles irregulares en los estucos realizados por Pedro Hidalgo, sobre todo en la parte del labio superior y parte de la nariz, con un craqueamiento del mismo y pérdidas de consistencia. Realizado el estudio previo de catas se determina y así lo autoriza la Junta de Gobierno a la intervención, en la que se recupera la policromía originaria de la talla. Del mismo modo y en aquellas partes donde la misma ha desaparecido por la intervención de 1985, se procede a la reintegración y por métodos reversibles de color primitivo. También se sustituye las pestañas, y se corrigen los elementos de sujeción de la corona.
Aprovechando este proceso se realiza una nueva devanadera ejecutada por Juan Manuel García Palomo, empleando para ello madera de cedro, al igual que ejecuta unos nuevos juegos de manos realizada también por el mismo autor. Con todo ello da como resultado una imagen quizás que trata de recuperar más el aspecto primitivo de la talla en su localidad de Peñarrubia.
Última intervención: 2009 Juan Manuel García Palomo
Tras la llegada de la imagen a la Cofradía, la misma se ubica el la capilla, junto al Jesús Nazareno del Perdón, siguiendo las directrices marcada por Ana María Azuaga, se pone una luz “fría” e indirecta para los Titulares y dentro de las posibilidades se trata de mantener un nivel de humedad en el lugar. Del mismo modo se cubrió el tórax de la Virgen con un corpiño de manera que no dañaran la utilización de elementos metálicos (alfileres) cuando se viste la imagen propia de su función cultual, y se trató en todo lo posible de que la imagen fuese movida lo mínimo posible.
Pese a ello, aquellos problemas técnicos, propios de una imagen ejecutada en madera seguían manteniéndose, mas aún diríamos que se acrecentaron pues en aquellas partes sobre todo en la zona donde se ubicaba la mascarilla era mucho mas endebles aún que cuando fue acometida la restauración anterior. En uno de esos movimientos propios del maderamen de la mascarilla se detecta el desprendimiento “escalón” que la misma sufre en todo su lado longitudinal derecho. Al percatarse de este movimiento se da conocimiento a la Junta de Gobierno, estimando ésta, conveniente que fuese al menos valorada por una persona con las suficientes garantías para que nos dijera que debiéramos hacer. Efectivamente se le comenta a Juan Manuel García Palomo, que acude a la capilla para visualizar el estado de conservación de la imagen, en esa visita se nos comenta que la misma ha sufrido un desprendimiento de la mascarilla y que es aconsejable para evitar males mayores, incluso la pérdida de la misma acometer urgentemente una restauración, de manera que la misma fuese de nuevo restituida a su lugar primogénito.
Así pues consultado, se decide poner en conocimientos al Director Espiritual, convocar Junta de Gobierno y posteriormente Cabildo General extraordinario de manera que se pudiera hacer frente a un proceso de intervención de urgencia. Así fue como una vez aprobado el mismo, la imagen de María Santísima de Nueva Esperanza acude al taller de Juan Manuel García ubicado en pleno centro del barrio de la Trinidad.
Allí se comienza el proceso de intervención, retirando la policromía original de la talla, descubriéndose efectivamente que la mascarilla se hallaba desprendida en el lado longitudinal derecho. Simultáneamente se descubre otro problemas más quizás este más agravante y delicado, siguiendo el hilo del maderamen (madera de pino) y a la sequedad de este puede verse como una hendidura atraviesa desde el mentón hasta la frente toda la imagen, separando esta en dos mitades en todo el lado longitudinal izquierdo. Se informa con urgencia, de que ésta se debe a que la grieta anteriormente detectada y motivo de la intervención de 2005 fue solucionada temporalmente, pero que el problema continuaba siendo latente. Así pues se procede a la unión de estos dos fragmentos y a su consolidación en la parte posterior de la misma. Del mismo modo se pudo descubrir como en el interior de la mascarilla efectivamente figuraba la firma de Pedro Pérez Hidalgo, dejando datada la restauración anterior, y corroborando efectivamente que esta parte fue anteriormente separada en el año 1985. Esta primera parte de la intervención finaliza con la colocación de dos nuevos glóbulos oculares ya que los anteriores tenia un “soplo” y a la retirada de los mismo se fragmentaron, ya que son de cristal. Son sustituidos por otros de igual calidad y tono para tampoco discrepar con la imagen primogénita de la imagen.
Seguidamente se procede a un saneado del cuerpo, presentándose de nuevo otro serio inconveniente, al separar la cabeza del mismo, se pudo descubrí la existencia de xilófagos en el interior del cuerpo, lo que en un futuro podría poner en serio peligro la misma. También se pudo descubrir la estructura interna de la imagen, de la cual teníamos conocimientos a través de unas radiografías efectuadas anteriormente y en la que nos descubría la existencia de una “cámara de aire” en el pecho de la misma. Siguiendo todo el proceso se nos informa de la calidad en la que se efectuó el cuerpo, maderas “poco nobles”, chopo y abedul, material fácil de conseguir, por lo que no queda para nada descabellado pensar que quizás fuese una imagen ejecutada con precariedad de medios y circunstancias más próxima a un círculo propio de imagineros de posguerra.
Así pues se acomete una restitución de todo el cuerpo central de la imagen, realizándose uno completamente de cedro, siguiendo exclusivamente el modelo anterior, anatomizándolo, de manera que la imagen de Maria Santísima de Nueva Esperanza, tuviese las mismas dimensiones. Completado esta parte del proceso se acomete el estucado completo de la misma en todos sus lados, mascarilla, cara y cuerpo y a un policromado, siempre siguiendo las directrices marcadas por la Cofradía. Finalizando el proceso con el patinado de la imagen restitución de las lágrimas así como el reguero de las mismas. Del mismo modo se colocan pestañas nuevas y se pintan las cejas. Definitivamente obtenemos la imagen que regresa al Barrio de Nueva Málaga, en el mes de diciembre donde tiene lugar de nuevo la presentación de la misma en el transcurso de una Sagrada Eucaristía.
Análisis final
Si analizamos todo el proceso seguido por la imagen desde 1977 hasta la fecha actual, podemos decir que la misma, se aleja de la fisonomía primogénita que tenía cuando se conservaba en la localidad de Peñarrubia, de ella sólo resta actualmente única y exclusivamente la labor de talla, madera de pino. Estucado, policromía, lágrimas, cuerpo, devanadera y manos son todas recientes, acometidas sucesivamente como hemos visto anteriormente durante las etapas anteriores. De ella sólo ya nos resta como hemos dicho su faz y también el juego de manos primogénitos que ha sido “salvado” de este proceso trasformador que ha ido conllevando la misma.
Así pues a la hora de datar cronológicamente la misma y siguiendo el rigor como hemos dicho al principio del presente artículo ya no cabe el menor atisbo a la hora de identificar a la misma como imagen moderna del siglo XX, trasformada/restaurada por Pedro Pérez Hidalgo. Juan Manuel se ha limitado siguiendo las pautas de la Junta de Gobierno en principio sanar los problemas técnicos de una manera definitiva, sin intervención alguna de gubias. Seguidamente tal y como así dictamino la Junta de Gobierno y el Cabildo de Hermanaos, rescatar esa impronta que teníamos todos presente cuando la imagen de María Santísima de Nueva Esperanza fue restaurada/transformada en 1985
Desde estas líneas quiero felicitar a Juan Manuel, por esa magnifica labor, por esa paciencia y esa delicadeza con que ha tratado a nuestra amadísima cotitular y por habérnosla devuelto “más hermosa”.
Romeroyancora