En el siguiente artículo, nos centraremos en la utilización de los símbolos a los que tradicionalmente se ha venido asociando esta singular advocación mariana <Virgen de la Esperanza>, finalizando el mismo, y viendo el paralelismo existente entre estos, y el nombre de nuestra Sagrada Titular. Estos símbolos a los que nos referimos son: el ancla y el romero, siendo el primero de ellos más comúnmente empleado para simbolizar a uno de los Sagrados Titulares que son poseedores de la advocación de Esperanza. Pero te has preguntado alguna vez, ¿porqué se utilizan estos símbolos y no otros relacionados con esta advocación?. ¿Desde cuándo se empezaron a usar y que cualidades le otorgaron a los mismos? Estas dudas quedarán resueltas en las siguientes líneas.
Empezaremos pues por el principio ¿Por qué se empezó a utilizar los símbolos? y ¿qué se pretendía representar? Desde muy antiguo, el hombre creía que algunos objetos se le podía asociar ciertas virtudes que los mismos poseían, así pues, si empleaban estos símbolos, y los utilizaban en su beneficio, creían que podían captaban ciertas virtudes asociadas a éste , cómo una especie de energía interior <energía espiritual>, que estos encerraban en su interior. Este lenguaje de símbolos, era sólo conocido por un limitado número de personas, normalmente una comunidad religiosa, únicos instruidos en este doble lenguaje comunicativo y oculto, que para los ojos de otras personas ajenas a este círculo, sólo veían en estos lo que realmente estaba representado o inscrito en ellos, sin profundizar en ese doble lenguaje oculto-figurativos que los mismos contenían.
Así pues, éstos eran utilizados para representar virtudes o cualidades morales que se pretendía captar a través de ellos. Gracias a estos símbolos, se lograba dar un mensaje más o menos claro, siempre asociado al objeto representado. Pero esta simbología ha estado sujeta a la interpretación de aquella persona que lo está observando o analizando. De su correcta interpretación depende el otorgar a este símbolo el verdadero sentido que aquellas personas que lo hicieron y quisieron dar al mismo, ya que éste lenguaje no está sujeto a ninguna regla y es fácilmente influenciable por el paso del tiempo, pues a lo que antiguamente se le asociaba cierta cualidad, con el discurrir de los años puede tener otro significado completamente distinto, o que un objeto pueda en si mismo contener un doble significativo. Dependiendo pues del grado de calificación de la persona observadora el poder captar el verdadero sentido del símbolo.
Hasta el momento hemos explicado que se pretendía representar con estos objetos pero, ¿Desde cuándo empezó a utilizarse? La respuesta a esta pregunta es difícil de contestar, pues se pierde en el tiempo. Conocemos que desde la prehistoria, el hombre comenzó a utilizar una serie de símbolos <pinturas>, asociados siempre a ciertos cultos. Así pues, estos pintaban las paredes de la cueva que habitaban con animales <con mayor o menor naturalidad>, pues al rededor de estos símbolos realizaban sus rituales religiosos danzando junto a las pinturas. Creían firmemente que a través de estas, podían captar las energías de las figuras representadas, consiguiendo así una mayor fuerza física con la que poder dar caza a los animales por ellos dibujados. Vemos pues, como estos hombres se servían de dichos símbolos para sus rituales religiosos, ya que con este lenguaje alegórico podían captar la energía de lo representado. Así pues, comprobamos que desde el comienzo de los tiempos se asoció los símbolos a la religión, siendo esta última la encargada de trasmitir el verdadero significado del mensaje que se pretendía dar. El cristianismo no fue ajeno al uso de estos lenguajes simbólicos, pues de todos es conocido que supo adaptar ciertos cultos paganos, asumiéndolo como propios, y dotándolos de un claro y sentido mensaje cristiano.
Con el paso del tiempo, no sólo se minoró el uso de los símbolos, sino que continuó y se acrecentó en su utilización, siendo un claro exponente del mismo el empleo de estos en cualquiera de las construcciones religiosas realizadas a lo largo de los años. En estos edificios destinados al culto <conventos, iglesias y catedrales principalmente>, los maestros canteros esculpían en los capiteles, gárgolas, alfarjes, tímpanos, etc..., una serie de símbolos, animales, objetos que tenían un claro mensaje oculto, otorgándosele al conjunto de estos, un claro y sentido mensaje cristiano fácilmente entendible para los instruidos, pero de difícil interpretación para la gran mayoría del pueblo. Su interpretación en el tiempo no ha ejercido una excesiva influencia , pues el mismo mensaje que los maestros Alarife quisieron otorgar a estos símbolos hace más de 1000 años, es prácticamente idéntico al que se le otorga en la actualidad cuando podemos observar estas obras artísticas realizadas en piedra. El mundo cofrade, como parte integrante y activa de la iglesia, no fue ajeno al uso de estos lenguajes simbólicos-alegóricos, pues son empleados con facilidad para adornar y dotar de un marcado mensaje cristiano a los retablos, tronos, etc...
Hasta el momento, hemos visto cómo y porqué del uso de los símbolos, pero no hemos aclarado la asociación del áncora y el romero a la advocación de la Esperanza, nacida allá en el siglo XII después de Cristo. Para podernos hacer una idea de porqué se utilizaron estos objetos y no otros, nos detendremos en la definición que da de ellos el diccionario. Ancla:"instrumento de hierro o acero en forma de arpón doble que unido al extremo de un cable, sirve para afirmar una embarcación y evitar que sea arrastrada por la corriente o por el viento". Entre las múltiples acepciones del término ancla destacamos la siguiente. ANCLA DE LA ESPERAZA: " es la mayor de todas y de más peso solamente utilizada en casos extremos".
En cuanto al término romero dice el diccionario. Romero:"arbusto aromático de la familia labiadas de entre 0,5 y 1 metro de altura o incluso más con tallos jóvenes, cuadrangulares y tormentosos. Se cría con facilidades terrenos calcáreo de toda la región mediterránea, siendo su uso como aromatizador, en medicina casera y para perfumar ambientes cargados" Entre su acepciones nos detendremos en el Romería. Romería "Viaje o peregrinación que se hace a un Santuario" Vemos pues en principio que la definiciones de estos dos objetos <romero y ancla> en nada se puede asociar a la Santísima Virgen, pero como aclararemos ahora estos son poseedores de un lenguaje oculto susceptible de ser interpretado.
Conocido el significado de los conceptos, comenzaremos diciendo que el uso del ancla en simbología es anterior al cristianismo, hay constancia de que ya lo empleaban los griegos y los romanos que asociaban a éste instrumento marítimo las siguientes virtudes: a la esperanza, a la seguridad y firmeza sobre una cosa. Los paganos solían representar con la figura de un ancla, la seguridad y el asentamiento de sus fortunas y negocios. Vemos pues, que el ancla fue usada con muchísima antelación a la aparición del cristianismo y de esta advocación mariana. Así pues, se logra una perfecta adaptación del significado de ancla a la nueva religión para asociar las virtudes contenida en esta figura a la Santísima Virgen.
Podemos comprobar pues, como se logra fundir ancla y Virgen para comunicar un único mensaje, ¡Quién mejor que la Madre de Dios!, la que nos puede dar mayor seguridad y firmeza en nuestra fe si no es Ella.¡Quién mejor que la Señora!,la que nos puede proporcionar el asentamiento de nuestras creencias, pues los cristianos desde muy antiguo hemos ido depositando nuestros anhelos y súplicas en la Santísima Virgen como intercesora válida entre Dios y sus hijos, siendo aclamada por todos nosotros como Madre nuestra .¡Quién mejor que la Santísima Virgen!, la que nos puede afirmar y evitar mediante su acción protectora el amparo ante los abatares de esta vida terrenal para no ser arrastrados hacía a el pecado.¡ Quién mejor que la Santísima Virgen!, que es la mayor entre las mayores <después de Cristo>, la que nos puede socorrer y ayudar en un caso de extrema gravedad. Así pues, qué acertados estuvieron a la hora de buscar un símbolo <ancla> al cual se le pudiera asociar todas estas virtudes que la Santísima Virgen posee.
En el caso del romero, es conocido desde muy antiguo las propiedades de este arbusto, de su facilidad con la que se regenera después de haber sufrido cualquier inclemencia meteorológica o natural. De entre su gran cantidad de usos podemos destacar, de servir como ambientador natural, ya que al ser quemado sus hojas desprende un aroma agradable y característico, siéndole otorgado a este humo oloroso desde la antigüedad, un supuesto poder para ahuyentar a malos espíritus. También se logra obtener de él, áloes y ungüentos que son utilizados para la curación de ciertos males. Así pues, ¡Quién mejor que la Madre de Dios!, la que supo aceptar una nueva regeneración entre la alianza de Dios y los hombres mediante el fruto de su vientre. Qué mejor aroma que el que desprende la Señora, que perfuma todos los corazones de los que te aclaman como Madre nuestra. ¡Quién mejor que la Santísima Virgen!, que logró vencer desde el preciso instante de su concepción, el pecado original, siendo perseverante a lo largo de su vida en la fe y el amor hacía Dios.¡Quién mejor que Ella!, para ahuyentar los malos espíritus. ¡Quién mejor que María!, como remedio de nuestros males espirituales, pues es Ella, Salud de los enfermos como se aclama en las letanías lauteranas. Y que decir de las alegrías y esperanza que ponemos todos sus hijos después de tantos días de encuentro y convivencia por los campos de nuestro país, en el que salimos a la búsqueda de esa Ermita o Santuario, atravesando campos sembrados de romero, gozando finalmente en lo más profundo de nuestra alma cristiana la viva y celestial presencia ante nuestros vidriososos ojos del bello rostro de la Señora, allí en su Ermita o Santuario. Como ves, el asociacionismo entre romero y la Santísima Virgen es grande.
Para finalizar y tal y como dije al principio de este artículo, no me resisto a explicar las dos palabras que forman el nombre de nuestra Sagrada Titular. Nuevo:" del latín novas, femenino (nueva) forma de novus,/(nuevo). Especie o noticia de una cosa que no se ha dicho o no se ha oído antes" , y que bien se puede identificar con el romero. ¡Quién mejor que nuestra Virgen de Nueva Esperanza! que florece todas las primaveras, es salud de nuestras almas y logra ahuyentar los malos espíritus.
En definitiva es la poseedora de un nuevo mensaje dicho desde uno de los barrios más alejados del centro de la ciudad. Y Esperanza:"de esperar. Estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos". Y su acepción teologal:" actitud de esperar confiada sustentada por la fe y fortaleza y la caridad, por la que el hombre espera a Dios con firmeza que le dará los bienes que le tiene prometidos.". Quien mejor que la Santísima Virgen de Nueva Esperanza, la que nos puede da fortaleza y fe, para poder alcanzar lo que Dios nos ha prometido, y que como hemos visto anteriormente son atributos que se representan con un áncora.
Así pues vemos, como con los símbolos del ancla y el romero podemos obtener de forma alegórica el nombre de nuestra Sagrada Titular: Virgen de Nueva Esperanza.
Romero = Renovación = Nueva noticia = Nuevo
Áncora = Instrumento de protección = Esperanza
Vemos de esta forma, lo acertado que estuvieron a la hora de denominar a nuestra Sagrada Titular con esta advocación, y cómo fue incluido en la heráldica de la Hermandad el símbolo propio de su advocación, el áncora. Y qué decir del romero que depositamos todos los años a los pies de la Señora, como muestra de nuestro más sentido y afectuoso amor que le profesamos a la Santísima Virgen. Sí que acertados estuvieron a la hora de poner, éste nombre a nuestra Titular, pasando a engrosar de esta forma, como una nueva cuenta más del rosario de advocaciones con la que se aclama a la Señora como Madre Nuestra. Así pues, esta advocación de Nueva Esperanza, es una advocación original pues con anterioridad a nosotros nunca había sido empleada por otra hermandad o cofradía.
Para finalizar no me resisto a realizar una petición, ya que hemos sido los primeros en utilizar esta advocación para denominar a la Santísima Virgen, , si el cabildo de hermanos así lo estima conveniente y recibe una aprobación favorable por parte de la autoridad eclesiástica, estaríamos pues en el perfecto derecho de utilizar un adjetivo no usado hasta el momento por ninguna de las hermandades y cofradías malagueñas, el título de Primitiva, y que sólo es otorgado a aquellas corporaciones que así lo solicitan al obispado después de ser comprobado que reúne los requisitos exigidos, a saber: se demuestre que es la primera en poseer un título determinado < en nuestro caso la advocación de nuestra Sagrada Titular, Virgen de Nueva Esperanza>, o haber realizado una acción concreta. Así pues confío plenamente en poder llegar a ver algún día como nuestra Hermandad es mencionada con el nombre de: Primitiva Hermandad de Culto y Procesión de Jesús Nazareno del Perdón y María Santísima de Nueva Esperanza.
Miguel Ángel Gutiérrez Mendoza Cronista Archivero de la Hermandad