Resumen de prensa del Martes Santo 2011 de los principales diarios de la capital y webs de información cofrade, La Opinión de Málaga, Diario Sur, Málaga Hoy y Elcabildo.org
La Opinión de Málaga (ver noticia)
Una maldita nube se cruzó en el camino de Las Penas y Nueva Esperanza
Las Penas, que acababa de salir, y Nueva Esperanza, cuando ya había llegado a la ermita de Zamarrilla, tuvieron que volver sobre sus pasos al verse sorprendidos por la lluvia
IGNACIO A. CASTILLO /JOSÉ ANTONIO SAU. MÁLAGA El cielo en Málaga definitivamente se ha vuelto loco. Y es muy injusto y caprichoso. El cielo, en realidad, nos está dejando hastiados esta Semana Santa y nos provoca indignación, además de nervios e incertidumbre. No podía haberse vuelto gris la semana de antes. O la que viene. No, tenía que ser precisamente ahora. Ayer volvió a hacer de las suyas y dejó en la cuneta a dos cofradías que ya habían iniciado su salida. Una maldita nube se cruzó en sus itinerarios y les arrebató la ilusión. Las Penas y Nueva Esperanza tendrán que esperar un año para volver a sentirse nazarenas.
Imperó la cordura en ambos casos. Más vale prevenir. Este tipo de decisiones siempre han de ser consideradas un acierto. A pesar de que pueda resultar extraño que una cofradía como las Penas, con lo bien acostumbrados que nos tiene, salga a la calle cuando está chispeando y tenga que volver sobre sus pasos cuando aún discurría por Compañía. (.....)
Nueva Esperanza. Oportunidad perdida y acierto
Cuando un valiente insiste en continuar una procesión cuando llueve habría que exigirle su presencia cuando haya que dar explicaciones por los destrozos que sufre el patrimonio. Por eso no se puede criticar al Cautivo o Dolores del Puente, que decidieron no salir por la amenaza de lluvia el Lunes Santo, ni a Nueva Esperanza, que ayer se vio sorprendida por un aguacero de veinte minutos frente a la casa hermandad de Zamarrilla y decidió volver a su templo. Tal vez alguien no lo entienda, pero la junta de gobierno tiene una responsabilidad ante ellos mismos y ante la historia, y ayer hicieron gala, además, de sensatez, porque después no se sabía lo que venía: inestabilidad.
Esa es la pena, porque el subjefe de procesión, Paco Barrero, explicó: «Nosotros vamos para adelante, porque no cabemos en la Catedral si llueve, nos han dicho que iba a chispear ahora –sobre las seis de la tarde–, pero después se calmaba la cosa». Fue demasiada agua para el patrimonio de una cofradía aún joven y con ganas.
Delante, la banda de cornetas y tambores rompía el silencio con Marinero de Esperanza. Detrás el Cristo del Perdón, cada vez mejor por el movimiento de la túnica, el exorno floral –lirios morados y rosas rojas–, daba un espectáculo repleto de buen gusto y saber hacer cofrade; ya en Martínez Maldonado, con la marcha Virgen de la Hiniesta, el trono alcanzó la mecida perfecta, cambiando a un paso más largo y rápido cuando la pieza lo requería.
Después llegó el agua y el trono dio la vuelta para volver a su sede, en Nueva Málaga, justo frente a la casa hermandad de Zamarrilla. La sección de nazarenos del Cristo comenzó a deshacerse ordenadamente, pese a algunos momentos de desconcierto, y los penitentes se dirigieron a su templo con varios enseres. La banda formó detrás del nazareno y se hicieron dos pulsos a cámara lenta para alborozo de los presentes.
En cuanto a la Virgen, se había quedado a unos 200 metros del Señor, y se hizo a un lado para dejarle paso y que él se dirigiera en primer lugar a su destino. También se deshizo su sección de nazarenos. Hasta el retorno, la dolorosa estuvo magnífica. Las lágrimas del hermano mayor estaban justificadas, porque tras dar la vuelta el cielo se abrió, pero la decisión estaba justificada. Nadie puede acusarlos de nada. Más bien habría que pensar en su mesura y sensatez.
Málaga Hoy (ver noticia)
La lluvia y la distancia fueron los obstáculos
El agua volvió a estar presente, lo que provocó que Nueva Esperanza diera media vuelta justo cuando estaba en la ermita de Zamarrilla · La Virgen de las Penas fue la única imagen que no llegó a a pisar la calle
D. Azuaga · N. Rodrigo | Actualizado 20.04.2011 - 07:08EL balance en el ecuador de la Semana Santa es duro. Abril sigue por su camino de la traición y su doble cara: sol y nubes que pueden dar lugar a la lluvia. La incertidumbre por la climatología volvió a campar en el seno de las seis hermandades que componen el Martes Santo. La jornada de ayer fue intensa en cuanto a reuniones de juntas de gobierno y de permanentes se refiere. Se fijó línea directa con el centro de meteorología. El riesgo de lluvia se estableció hasta las 20:00. Y así fue. Un chiribiri llegó sobre las 17:45. Fue la hora crítica puesto que Nueva Esperanza estaba en esa frontera donde todo parece cerca y lejos a la vez y Las Penas estaba saliendo. La lluvia, que fue débil pero que volvió a besar las calles de Málaga por segundo día consecutivo, hizo que la Cofradía de Nueva Málaga se diera media vuelta justo a su paso por la ermita de Zamarrilla y que la corporación de Pozos Dulces reculara una vez que el Señor de la Agonía estaba ya en la calle Cisneros. El pulso a la lluvia se cobró a dos cofradías más. Y ya van cuatro.
Lo vivido ayer puso de manifiesto que las distancias, tanto largas como cortas, son una navaja de doble filo. Por un lado, venir de tan lejos deja a una hermandad vendida si comienza a llover a mitad de recorrido. Por otro, salir de las primeras y desde el centro implica que, si se demora la decisión, hay que ajustarse a los horarios e itinerarios del resto de cofradías que se echan a la calle. Todas las imágenes llegaron a pisar las calles, excepto la Virgen de las Penas que encaró su oratorio pero que no pasó de la puerta. (....)
Regreso al pasado
Los cofrades de Nueva Málaga retrocedieron ayer en el tiempo. Cuando aún no eran cofradía agrupada paseaban al Nazareno del Perdón y a María Santísima de Nueva Esperanza por las calles de su barrio en un entorno que poco a poco se fue acostumbrando a ver pasar nazarenos y oler a incienso. 15 años hace ya de aquello. Pero ayer, Nueva Esperanza volvió a ser más que nunca, desde que forma parte del Martes Santo malagueño, una cofradía de barrio.
El límite volvió a ser la unión de Martínez Maldonado con Mármoles, allí donde emerge la coqueta Ermita de Zamarrilla. Allí, cuando ya se puede atisbar el puente que lleva hasta el centro de la ciudad, un fuerte aguacero provocó que se cambiara el plan inicial. Faltaban aún bastantes metros para que los tronos del señor y la virgen llegaran hasta Zamarrilla, pero los hermanos de Nueva Esperanza querían, al menos, celebrar su tradicional acto de hermanamiento con la cofradía trinitaria. La decisión, no obstante, estaba ya tomada. Las previsiones climatológicas daban un alto porcentaje de lluvia durante la madrugada y se decidió que tras el acto con Zamarrilla se emprendiera el camino de vuelta a la recién estrenada Casa Hermandad. En este caso, su largo recorrido jugó en contra.
Una pena, porque aquel que no se decidió a ver a Nueva Esperanza en su entorno, ya fuera en la ida o en la vuelta, y esperó a encontrársela por el centro de la ciudad se perdió una de las mejores estampas del Martes Santo. Los de Nueva Málaga van consolidándose año a año y están logrando un estilo propio que cala cada vez más. En su reducido recorrido de ayer, ofrecieron una nueva demostración.
Espectacular el caminar del Nazareno del Perdón acompañado por los sones de la Agrupación Musical Jesús de La Paz de Churriana de la Vega (Granada). Como el cristo de la Cena o el de la Esperanza en su Gran Amor, ha encontrado en este tipo de acompañamiento su motor ideal. Paso largo y rápido en ausencia de música y ritmo completamente acompasado y coordinado con los sones cuando toca la agrupación. Sus hombres de trono conocen el repertorio y llegan a la cita del Martes Santo con varios ensayos sobre sus hombres. Y eso se nota en la calle.
Tras salir de la nueva Casa Hermandad y enfilar la calle Magistrado Salvador Barbero con los sones de Perdona a tu pueblo, pusieron en práctica todo ese trabajo con De Vuelta al porvenir como banda sonora. Los capataces avisan a sus hombres de trono y estos comienzan con el trono totalmente quieto para después ir variando la cadencia del paso y su amplitud en función de la música. El resultado emociona a la calle, que rompe en aplausos a cada variación del paso, y a los propios portadores, que cuando bajan el trono se felicitan efusivamente. La estampa se repitió en Martínez Maldonado con Presentado a Sevilla y Nazareno del Cerro entre la emoción de algunos de sus capataces.
La virgen de Nueva Esperanza, con un bonito exorno floral a base de rosas blancas con un ligero tono rosa, fue acompañada por su parte por la Banda de Música de Las Flores, que abrió su repertorio con Virgen de Nueva Esperanza cuando el trono aún no había salido a la calle y prosiguió, entre otras, con Coronación de la Macarena, Madre Hiniesta y Candelaria.
Se aproximaba Nueva Esperanza a calle Mármoles, pero las gotas no cesaban y los pronósticos no ayudaban. Sus filas de nazarenos, además, se habían incrementado este año en un número considerable, lo que dificultaba la capacidad de reacción. Nada, en esos momentos, invitaba a adentrase en el centro de Málaga. Así que, lo que prometía ser una gran estación de penitencia por las calles de la ciudad quedó en un amago. Pero no todo fueron malas noticias. El regreso antes de tiempo permitió que el barrio disfrutara con plenitud de la vuelta de la cofradía. Los vecinos abarrotaron las calles y acompañaron a sus titulares aprovechando la temprana hora creando un ambiente mucho más multitudinario.
El Nazareno del Perdón y la Virgen de Nueva Esperanza volvieron a andar en paralelo en las inmediaciones de su Casa Hermandad en torno a las 22:00 horas y se encerraron una media hora después arropados por un barrio que ayer, muy a su pesar, regresó unos cuantos años atrás en el tiempo.
Málaga Hoy (ver noticia)
Principio de incertidumbre
La lluvia volvió a deslucir una jornada marcada por los regresos y las suspensiones
-Hombre, pero qué mala cara tienes hoy.
-Sí, no me encuentro bien.
-¿Y eso?
-Ayer no pude sacar al Cautivo.
-Bueno hombre, ya se te pasará.
-Sí, se me pasará el 2 de abril.
-¿Cómo? ¿El 2 de abril? El 2 de abril ya ha pasado.
-El 2 de abril del año que viene. El próximo Lunes Santo.
Que una procesión no salga de su casa hermandad por culpa de la lluvia, o de su mera amenaza, se traduce en un ansia que nazarenos y hombres de trono mantienen intacta hasta que finalmente las imágenes salen a la calle, aunque el plazo sea de un año. Lo que ocurre es que esta Semana Santa se está pareciendo al Principio de Incertidumbre de Heisenberg: si la meteorología permite aventurar cuáles van a ser los sucesos climatológicos de cada día, las coordenadas respecto a la lluvia se están dando estos días en variables tan ínfimas que incluso la misma naturaleza de la medida puede impedir la predicción de su comportamiento. Dicho en cristiano: que llueva o no depende de elementos tan impredecibles, incluso azarosos, que las cofradías se ven obligadas a tomar decisiones in extremis a menudo abocadas a la tragedia. Resulta muy duro suspender o hacer regresar una procesión por lo que pueda pasar, y la sensación de frustración es mayor. Ayer, la jornada pareció calcada a la del lunes: un chaparrón copioso caído a eso de las 18:30 y unas previsiones nada favorables para la madrugada provocaron la suspensión de la procesión de las Penas y el regreso a Nueva Málaga de Nueva Esperanza cuando ya había llegado a la ermita de Zamarrilla en un trayecto emocionante y ejemplar. Rocío (que estuvo a punto también de regresar a la Victoria, aunque al final sus responsables decretaron la continuación según lo previsto), Estrella, Rescate y Sentencia salieron a la calle con un ojo en el asfalto y otro en el cielo. Cada paso de los portadores era un reto y a la vez un motivo para la esperanza. Basta una nube para estropearlo todo, pero las verdaderas tempestades se libran en los ánimos de quienes esperan un año. (....)
Pasión nómada
A falta de que los próceres del turismo confirmen los datos de ocupación y viajeros una vez acabada la Semana Santa, resulta significativa, y en claro contraste con lo anterior, la abrumadora presencia de turistas internacionales estos días en la ciudad. A los habituales italianos y alemanes ayer se sumaban los orígenes más diversos: japoneses que compartían en solidaridad el chasco del inmediato regreso de Las Penas nada más poner los pies en Pozos Dulces, mexicanos asombrados con la estampa que regalaba la Estrella a su paso por el Puente de la Esperanza, indios que daban con unos shawarmas mientras el Rocío se lucía en la Tribuna de los pobres y una familia procedente de Europa del Este (creo que lituanos) con su padre, su madre y sus cuatro hijos pasándolo en grande frente a la mismísima tribuna de la Plaza de la Constitución a la espera, inútil, de Nueva Esperanza (que protagonizó en Zamarrilla, justo antes de su regreso, uno de los momentos más hermosos de la jornada). Así es: la Pasión malagueña es políglota, babilónica, nómada. Como ese misterio al que llaman alma.
DIARIO SUR (VER NOTICIA)
Un Martes Santo incompleto
Nueva Esperanza y Penas se volvieron a sus casas hermandad, y salieron Rocío, Humillación, Rescate y Sentencia
20.04.11 - 01:38 - ÁNGEL ESCALERA ANTONIO ROCHE Y ANTONIO M. ROMERO
EL CABILDO.ORG (VER NOTICIA)
Una explosión blanca pese a todo
El Rocío fue la piedra angular de una jornada en la que Nueva Esperanza se dio la vuelta en Zamarrilla y las Penas canceló su salida tras pisar el Cristo de la Agonía la calle
EL CABILDO | Martes 19 Abril 2011
La lluvia quiso volver a erigirse en protagonista en la jornada del Martes Santo y un par de amagos fueron suficientes para convertirse en noticia, aunque no llegó a llover en toda la jornada de procesiones. Los partes meteorológicos anunciaban un riesgo de agua de hasta el 40% hasta las 20.00 horas. Luego, las probabilidades de lluvia serían muy escasas en la capital malagueña. Las dos primeras cofradías de la tarde fueron valientes y, pese a tratarse de los recorridos más largos de la jornada, Rocío y Nueva Esperanza se pusieron en la calle. Sin embargo, unas gotas poco antes de las 18.00 horas motivaron el regreso prematuro de los cofrades de Nueva Málaga y también de las Penas, cuya dolorosa no llegó a pisar la calle. Entonces se encontraba en la Tribuna de los Pobres la Virgen del Rocío, pero como si nada ocurriese, continuó su camino.
Tras el alboroto, salió el sol, se esfumó el riesgo de precipitaciones y el resto de hermandades salieron a la hora prevista. Pero ya era tarde para Nueva Esperanza y Penas. La primera llegó a Zamarrilla y, como el tiempo acompañó, se recreó toda la noche en el camino de regreso. En el caso de los cofrades de Pozos Dulces, cuando decidieron volverse, sólo quedaba por salir del templo la presidencia, el cuerpo de acólitos y el trono de la Virgen. La cruz guía llegó hasta la confluencia de Fajardo y Cisneros, mientras que el Cristo de la Agonía se encontraba a punto de dar la curva de Pozos Dulces con Compañía. Pero los responsables de la Corporación, tras una ajustada votación, decidieron no salir, siquiera para ir a la Catedral.
El Rocío fue la piedra angular de la jornada porque su serenidad en la calle fue el mejor argumento para que Estrella, Rescate y Sentencia siguieran sus pasos. También porque el tirón popular y la devoción de la Novia de Málaga eclipsó las sombras motivadas por la lluvia. Tampoco la crisis interna derivada por las velas rizadas hizo mella en la cofradía. Hubo dimisiones en algunos cargos de la procesión pero la Cofradía lució como nunca en la calle, una muestra de que nadie es indispensable.
La curva imposible para entrar a Echegaray la dirigieron con éxito hermanos de la Corporación, sin necesidad de capataces asalariados, que también se marcharon junto a los disidentes. Sobre la cera rizada, el único pero que cabe reseñar es que no luciese también en los laterales de la candelería y en las 'marías', al igual que en el frontal. El Rocío lució crespón negro en los bastones de la cruz guía por el fallecimiento del cofrade Rafael Fernández, que durante muchos años ha ocupado este puesto en el cortejo de la Novia de Málaga.
El Martes Santo se prolongó hasta pasadas las 3.30 horas. De la mano de la Estrella -varios de sus arbotantes tuvieron que ser fijados con cuerdas por seguridad- cada año se puede vivir un viaje a décadas pasadas, imprime un ritmo de procesión y unas formas de las que ya no se estilan. Casi una hora antes daban por concluida prácticamente al unísono su procesión Rescate y Sentencia. Pese a la lluvia y más allá de la Novia de Málaga, la jornada dejó estampas interesantes y momentos para el recuerdo. (....)
Nueva EsperanzaCirio. El trono del Nazareno del Perdón ofreció todo un recital andando a los sones de la agrupación musical, hoy por hoy puede considerarse el trono de Cristo que mejor acompasa su paso a la música. Sus maniobras están estudiadas y los hombres de trono las ejecutan al unísono.
Cirio. La Cofradía dispuso a sus nazarenos más pegados unos de otros y en las grandes avenidas por las que transita sirvió para ofrecer una imagen más compacta de la procesión y evitar cortes e interrupciones del público. Pese a los amagos de lluvia siempre mantivieron las formas.
Cirio. Trabajado exorno floral del trono de la Dolorosa.
Foco. La parafina del trono de la Virgen desluce aún más un conjunto procesional que está por debajo del patrimonio que ha conseguido la Cofradía en los últimos años. Por el contrario, el trono del Nazareno del Perdón lució por primera vez cera en sus faroles en lugar de parafina.